Llegó el momento. Es el día de partir, de dejar atrás
otra etapa de sus vidas para comenzar una nueva. Y eso es difícil.
Pasaron muchos años; y con ellos, quedaron sueños, algunos cumplidos y otros por cumplir. Quedaron fantasías, historias, anécdotas, ... Buenos y malos momentos compartidos con amigos, alguna que otra travesura, y miles y miles de recuerdos que hoy se agolpan en la memoria como queriendo salir, intentando detener el tiempo para evitar la partida. Recuerdos para ser contados permitiendo que una lágrima escape de nuestros ojos. Recuerdos que, aunque parezcan lejanos, nunca podrán ser olvidados.
Y una vez más, como hace muchos años, vuelven seguramente a estar asustados ante lo desconocido.
Hoy me voy. Debo partir. Por más que nosotros quisiéramos no podemos detener el paso del tiempo para que sigamos juntos acá en el colegio, estudiando jugando, corriendo, disfrutando, y divirtiéndonos.
Me Llevo un baúl que pesa demasiado, pero que está repleto de ilusiones aguardando realizarse. Llevo en las manos puñados de esperanzas, y en el corazón, un dejo de tristeza quizá...
Ahora sí. Llegó el momento. Permitamos que esa pena salga, que esa melancolía deje correr lágrimas de emoción, pero no permitamos que esta despedida oscurezca el brillo que se han ganado luego de todos estos años de estudio y dedicación. Es por eso que debemos hacer que despedida no sea un "adiós" que sea un "hasta siempre".
Y gracias por dejarme otra página de su historia que forma parte de mi historia.
Los voy a extrañar. Los quiero mucho. Hasta siempre.
Pasaron muchos años; y con ellos, quedaron sueños, algunos cumplidos y otros por cumplir. Quedaron fantasías, historias, anécdotas, ... Buenos y malos momentos compartidos con amigos, alguna que otra travesura, y miles y miles de recuerdos que hoy se agolpan en la memoria como queriendo salir, intentando detener el tiempo para evitar la partida. Recuerdos para ser contados permitiendo que una lágrima escape de nuestros ojos. Recuerdos que, aunque parezcan lejanos, nunca podrán ser olvidados.
Y una vez más, como hace muchos años, vuelven seguramente a estar asustados ante lo desconocido.
Hoy me voy. Debo partir. Por más que nosotros quisiéramos no podemos detener el paso del tiempo para que sigamos juntos acá en el colegio, estudiando jugando, corriendo, disfrutando, y divirtiéndonos.
Me Llevo un baúl que pesa demasiado, pero que está repleto de ilusiones aguardando realizarse. Llevo en las manos puñados de esperanzas, y en el corazón, un dejo de tristeza quizá...
Ahora sí. Llegó el momento. Permitamos que esa pena salga, que esa melancolía deje correr lágrimas de emoción, pero no permitamos que esta despedida oscurezca el brillo que se han ganado luego de todos estos años de estudio y dedicación. Es por eso que debemos hacer que despedida no sea un "adiós" que sea un "hasta siempre".
Y gracias por dejarme otra página de su historia que forma parte de mi historia.
Los voy a extrañar. Los quiero mucho. Hasta siempre.
Gustavo Alberto Cordova
P.D.
Recuérdenme por lo que fui y no por que diran
